Me encanto la entrada en Denker Über sobre Volvo y la patente del cinturón de seguridad.
Las patentes son quizás uno de los principales problemas para la innovación, y es que no hacen más que luchar para retirar a la competencia del mercado a golpe de pleitos por patentes muchas veces absurdas. Sumando a esto los trolls de la patentes que no son más que empresas que no hacen más que registrar patentes solo para litigar a futuro.
La historia de Volvo sin duda es un modelo que muchos deberían seguir, y como su invento del cinturón de seguridad de tres puntos fue liberado 100% a la competencia, y evangelizo a todos sus competidores sobre las ventajas de un sistema de un cinturón de seguridad de tres puntos en lugar del ya olvidado de uno.
El resultado de este hecho salta a la vista, en los primeros 50 años de convertirse en un estándar la Royal Society for the Prevention of Accidents estimó que se salvarón más de 1 millón de vidas; y Deutsches Patent – und Markenamt eligió esta patente como una de las 8 más valiosas del siglo, destacando el hecho de que al ser una «patente abierta» permitió que muchos países del mundo lo hicieras de uso obligatorio.
Creo que debemos pensar en si realmente la patente son tan buenas para innovar como nos quieren hacer creer, quizás nada más lejos de la realidad, la patentes premian a quien tienen dinero para litigar.