El eterno problema de muchas empresas es como firmar documentos de forma electrónica y siguiendo siempre un estándar y operativa sencilla. A día de hoy nos encontramos con grandes problemas a la hora de usar tecnología de firma electrónica, y no digo que no funcione lo que existe, pero nos obligan a utilizar múltiples sistemas o servicios según lo que queramos hacer.
Por hacer un pequeño resumen, necesitamos un certificado de la FNMT o similar para firmar nuestros impuestos y consultas en la Agencia Tributaria, pero cuando acudimos a la Seguridad Social no suele servir el mismo certificado o igual ahora sí. Si es el caso del Registro Mercantil, que pronto será obligatorio presentar cuentas por Internet, nos piden una tarjeta criptográficas porque «es más seguro» que el certificado o también nuestro DNI electrónico, pero el proceso no es fácil y ni mucho menos sencillo. Sino que se lo diga a nuestro director financiero José Ramón Carrero que después de decenas de llamadas más que aclarar dudas le han surgido muchas más. Y ya ni digamos para firmar facturas y ahorrar papel, ya que en este punto se complica la cosa mucho más, ya que usar el certificado de la FNMT personalmente no me gusta porque dejas en un servidor un certificado que vale para realizar cualquier operación en Hacienda, pero en fin alguna solución hay pero un poco cara, como los certificados de Carmefirma, que luego no son reconocidos por todos los sistemas. Y menos más que no voy a entrar en la compatibilidad con Windows, Linux, Mac, … porque eso es otra batalla en la que siempre gana Windows, y yo no uso Windows habitualmente.