Todos buscamos la felicidad, por todos sitios, en el trabajo, en casa, con amigos…, pero no siempre se encuentra, aunque personalmente creo que la felicidad está en aceptar y disfrutar con tu día a día, con lo que haces, con lo que tienes, sin renunciar a mejorar, pero aceptando tu realidad.
Cuando hablo de trabajo, la felicidad puede estar en un cliente contento, en un proyecto que avanza y en el día a día en un campo como el social media, cuando nuestro contenido transmite y genera viralidad.
Hoy me he encontrado en facebook con este video del programa El Hormiguero de Pablo Motos, un programa lleno de buenos ratos y curiosidades, donde la gente va a ser feliz, y no he podido contener la sonrisa al verlo, pues la felicidad que transmite el niño la veo a diario reflejada en la cara de mi hija Emma, esa facilidad para cambiar un llanto en una sonrisa sincera con un pequeño gesto como que la cojas cuando algo la hace llorar.
Ni que decir tiene que este momento de felicidad está sirviendo a través del social media y la viralidad como una publicidad inmejorable para el programa.
Es impresionante ver como un video o un gesto que vivimos en casa transmite felicidad, pues vivir o revivir estos momentos nos sacan una sonrisa y transmiten felicidad que traspasa de la vida diaria al social media para volver a la vida diaria a través de la viralidad de la siguiente forma:
- Estás en casa o en el trabajo y vives o revives este momento en primera persona con tus hijos o simplemente viendo el video, esto te provoca una sonrisa y felicidad.
- De una manera u otra lo compartes, en facebook, en forma de post, en un tweet, flickr, youtube,… Ahí empiezas a transmitir felicidad por social media.
- Tus familiares, amigos, compañeros o un usuario de internet disfruta de ese contenido, le haces sonreir, ser feliz y vuelve a compartir, con lo que la experiencia + social media se convierte en viralidad para transmitir felicidad.
¿Y tú transmites felicidad?