Una granja-escuela en casa

Mis padres son personas que han vivido otra época y aunque la vida ha cambiado mucho aún nos brindan buenos momentos de los que ellos disfrutaban en su juventud y a los que ahora no estamos aconstumbrados.

Tienen un gallinero con más de 50 gallos, gallinas, pavos, pavos reales, etc… y de vez en cuando hay nacimientos y aparecen por casa pequeños inquilinos, esos pequeños pollitos con unas horas de vida que mi madre alimenta con huevo cocido y bolitas de pimienta para que entren en calor y como ella dice «se pongan tiesos»; en esos días tenemos unos juguetes en casa que duermen en una cesta entre trapos e incluso si hace frío con una manta eléctrica y que picotean en la migajas de la mesa, acurrucándose debajo de tu mano si les das refugio.

Esta semana ha habido nacimientos y aquí os dejo algunas fotos de esos momentos que disfrutamos: