La nueva campaña de Vodafone está dando que hablar, quizás es lo que buscaban, o simplemente no se han molestado en comprobar quien inventó realmente el teléfono porque les da igual siempre que vendan y capten más y más clientes.
El texto de la campaña es:
Si Graham Bell pudiera entender que, con Oficina Vodafone, el teléfono ya no tiene cables, ni cuotas de línea; entender que, aun sonando en la oficina, alguien está atendiendo esta llamada en su móvil sin pagar desvíos; si por un instante estuviera aquí, se sentiría orgulloso. Vodafone reinventa la telefonía fija para profesionales. Ya nada será como antes. Trae tu número fijo a Vodafone ahora y llévate un Neo y un Samsung L870 por 39 euros. Es tu momento, es Vodafone.
Como comenta Eusebio en Culipardia en un sencillo ejercicio de consultar la Wikipedia podrían comprobar que el Teléfono no fue inventado por Graham Bell sino por Antonio Meucci, solo que por esos azares del destino este último estaba sin blanca y no pudo hacer frente a las tasas de registros para una nueva patente. Aquí vemos un claro ejemplo de que las tasas para patentar y registrar ideas deberían ser más asequibles para que la innovación sea registrada por sus creadores y no solo por quien tiene medios para pagarlas.
Por suerte a mi no me han llamado a las 3 de la mañana para venderme el servicio, aunque si me cansinearon un rato ayer con las encuestas automáticas, que deberían estar prohibidas.