Ayer mismo podíamos leer un artículo en Expansión sobre los errores más comunes del emprendedor a nivel global o quizás se centre en los errores que cometemos en España, donde aun creo que somos pocos los emprendedores y hay que potenciar la cultura emprendedora para poder competir con la cada vez más globalizada economía.
Parece que los fallos que cometemos los emprendedores (me incluyo como uno más) suelen seguir la misma pauta global, y son muchos los que al crear sobre todo su primer proyecto comenten errores. Ahora bien ya lo digo, mejor cometer errores y estrellarse para aprender que siempre todo sea un camino de rosas.
Entre los principales problemas a la hora de levantar un proyecto empresarial está la falta de ayuda, no siempre sabemos a quien pedir consejo o tenemos demasiada gente opinando, lo que puede provocar que nuestra idea no salga adelante. Es difícil encontrar un punto medio. Esto se une a que muchas veces no tenemos o no sabemos desarrollar un plan de negocio con una hoja de ruta clara de tiempos e inversión necesaria para llegar a los primeros objetivos. Es importante tener claro el máximo de puntos y confiar 100% en nuestro nuevo proyecto.
En cuanto a la financiación, lo dice Expasión y The Wall Street Journal, muchas veces asumimos que solo necesitamos el dinero para alquilar oficinas, compras equipos, llenar e inventario y conseguir que los clientes vengan a comprar, pero nos olvidamos que hay que pagar salarios, servicios públicos y otros gastos hasta que lleguemos al break even y cubramos gastos con ingresos. Y si tenemos muchos fondos disponibles hay que tener cuidado con contratar más personas de las necesarias y desperdiciar recursos valiosos en ferias, publicidad y otros.
Dentro del decálogo también destacan temas como centrarse demasiado en el producto o servicio que queremos vender y olvidarnos de las preferencias reales de nuestros consumidores reales. Pero además hay que tener cuidado de no pasar demasiado tiempo realizando ajustes que den ventaja a la competencia para robarnos clientes.
Los emprendedores, muchas veces, obviamos buscar un socio distribuidor, el cual es posible que conozca mucho mejor el mercado al que nos dirigimos que nosotros y así aprovechar un camino ya andado.
Después de esta introducción previa, este es el decálogo de errores con algunos apuntes propios:
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